viernes, 14 de diciembre de 2007

LA GATITA QUE NO SABÍA SU NOMBRE

Voy a contarles una historia muy dura y triste pero desgraciadamente real y repetida todos los días. Mi mascota me mete algunas veces en una caja muy grande con ruedas y me lleva a otras casas. Una de esas veces, estaba en una de ellas y una noche salí un rato a tomar el fresco en un patio grande con muchas plantas y árboles; en un rincón divisé a una gatita blanca, escuálida, demacrada, repleta de heridas, con unos ojos azules muy grandes y muy bonitos, pero muy tristes…….me acerqué a ella un tanto curioso e intrigado y entonces ella me preguntó:

Hola, ¿como te llamas?.
YO RONY, ¿Y TU?
No sé, no me acuerdo….Hace mucho tiempo creo que tenía un nombre …..pero se me ha olvidado…..¡hace tanto que no lo oigo!.
PERO, ¿TU NO TIENES MASCOTA DE DOS PATAS?
Recuerdo vagamente cuando era chiquita que no sólo tenía uno, sino tres, dos muy grandes que mandaban a otro más pequeño que era más amigo mío que los otros.
ENTONCES ¿QUE PASÓ?
Pues yo no sé que pasó, Rony, yo era feliz junto a mis cuatro hermanos y pasaba el tiempo jugando con ellos . Mi madre nos alimentaba, nos lavaba y nos enseñaba cosas. Un buen día nos metieron a los cinco en un cesto y cuando nos quisimos dar cuenta estábamos en un sitio desconocido, donde había un poco de comida, agua, arena y recortes de periódico. A través de un cristal, veíamos pasar a muchas personas , había muchas luces de colores y un ruido estridente.
Nosotros teníamos miedo y nos acordábamos de mamá, pero a veces jugábamos, corríamos y pasábamos el tiempo lo mejor que podíamos; pero sobre todo dormíamos y estábamos tristes. Un día unas manos me sujetaron y me separaron de mis hermanos, me metieron en una caja de cartón y cuando se abrió, estaba en un sitio extraño con tres personas. Yo lloraba, gritaba e intentaba esconderme por cualquier rincón para protegerme de ellos.
Pasando los días fui perdiendo el temor y me acercaba cautelosa al cuenco de la comida y a un cacharro con arena ¡que iba a hacer!. Con el tiempo me dejé tocar y acariciar, sobre todo por el pequeño,y eso empezó a gustarme pues me recordaba a mi mamá y a mis hermanos
BUENO, ESO ME PASÓ IGUAL A MI. ¿Y QUE MAS?
En fin, tú ya sabes, una vez que me acostumbré a mis nuevos compañeros, pues pasaba el tiempo como a nosotros nos gusta, durmiendo mucho, correteando, cotilleando por todos los rincones y sobre todo jugando mucho con el pequeñajo, que me buscaba a todas horas y si no le buscaba yo y estábamos todo el tiempo así.
¡QUE BIEN!, YO SÓLO TENGO UNO Y DE JUGAR LO JUSTO Y ADEMÁS ME DEJA MUCHAS VECES SOLO.
Pero, eso duró poco, un buen día estaba yo afilándome las uñas en un mullido sofá y uno de ellos me dio un golpe que me hizo mucho daño, yo no entendía eso, pues como bien tu sabes, nuestras madres nos enseñan que eso es lo que debemos hacer. Durante tres días me costó mucho andar, pero el pequeño me acariciaba y me cuidaba.
EL MÍO SE ENFADA CUANDO LO HAGO , ME CHILLA Y ABRE LOS BRAZOS , PERO DE AHÍ NO PASA, ME QUEDO QUIETO Y AL RATO HAGO LO QUE ME SALE DE AHÍ.
Otro día buscaba a mi compañero de juegos y lo encontré frente a una caja cuadrada con dibujos y con un extraño artilugio en las manos con botoncitos raros y no quiso jugar ya más conmigo. Yo le buscaba pero el ya no quería jugar conmigo y a los otros no me podía ni acercar porque cada vez que lo hacía me golpeaban y me gritaban. Total, que yo a lo mío, pasaba el día a mi bola.

Un día recuerdo que hacía mucho calor, se vistieron de forma muy rara , con camisas de muchos colores y pantalones muy cortos y me metieron en una de esas cajas con ruedas, con muchas cosas y nos fuimos todos. Yo estaba muy asustada y lloraba pero ellos no me hacían caso. De repente esa caja se paró y uno de los mayores me cogió y dejó en el suelo. La caja grande comenzó a andar y yo me quedé allí sentada mirando, muerta de miedo y sin saber que hacer…….no los volví a ver nunca más.
¡QUE TRISTE!, YO TAMBIÉN CONOZCO ESAS CAJAS, A MI ME METE MUY A MENUDO Y ME LLEVA A OTROS SITIOS DONDE TENGO MÁS AMIGOS (WENDY, ADELI, PACO, EL MUDO, SUSI…..), PERO AL CABO DE UNOS DÍAS VUELVE Y ME LLEVA A CASA. Y DESDE ENTONCES, ¿QUE HACES?
Recuerdo vagar por extraños parajes, asfixiada de calor y sin encontrar nada que comer , la sed hizo que me quedara dormida , no sé cuanto tiempo. Cuando el Sol se escondió recuperé un poco el aliento y comencé torpemente a caminar y llegué hasta aquí.
Desde entonces mi vida es , ya sabes, aquí ,allá….; por las noches rebusco en esas cajas que ves ahí enfrente algo para comer (cuando las personas dejan cosas en bolsas) , la verdad, poca cosa, se pasa mucha hambre. Y buscando cualquier rincón donde estar a salvo de pedradas , patadas o golpes de personas desconocidas y poder dormir.

A veces , sueño con el calor de mi casa , las caricias de mi amigo y un buen plato de pienso…….pero eso………es sólo eso ….un sueño.

ENTONCES , CON UNA PATA, EMPUJÉ A MI NUEVA AMIGA HACIA MI CASA Y LE PUSE DELANTE DE MI PLATO DE COMIDA , SE COMIÓ TODO Y DESPUÉS LA LAVÉ MUY DESPACIO, COMO HACEMOS LOS GATOS HASTA QUE SE ENCENDIÓ UNA LUZ Y SALIÓ DISPARADA POR LA PUERTA COMO ALMA QUE LLEVA EL DIABLO; Y SOLO ME DIJO : “GRACIAS RONY”.

A LOS DOS DÍAS MI MASCOTA ME VOLVIÓ A METER EN SU CAJA DE CUATRO RUEDAS PARA VOLVER A MI OTRA CASA, Y NO LLEVÁBAMOS MUCHO TIEMPO CUANDO DIVISÉ UNA MANCHA BLANCA Y ROJA EN LA CARRETERA, FUE MUY RÁPIDO EL TIEMPO EN PASAR A SU LADO, PERO SUFICIENTE PARA NO PODER VER SUS PRECIOSOS OJOS CERRADOS , Y SI SU FAMÉLICO CUERPO APLASTADO SIN VIDA.



En Navidad o en los cumpleaños los humanos os hacéis regalos para festejar. Cuando paséis al lado de una tienda de animales y veáis un precioso animalito (gatito, perrito), tan gracioso y chiquito no se os ocurra nunca traspasar la puerta y llevároslo si pensáis que es un peluche animado nada más.
Hacerse cargo de uno de nosotros no debe ser un mero acto de agradar a alguien cercano, sino aceptar una responsabilidad, un sacrificio, nosotros soltamos pelo porque está en nuestra naturaleza, arañamos muebles porque es parte de nuestro comportamiento, si no nos lleváis a un veterinario, enfermamos y si no nos esterilizáis marcamos los rincones y hacemos llamadas sonoras a los miembros del otro sexo (¡no lo podemos evitar!). Os damos compañía pero también tenemos nuestras pautas innatas de comportamiento. Si vais a llevarnos a vuestra casa, que no sea un capricho pasajero, para eso están los juguetes, las consolas, los muñecos; que cuando os cansáis de ellos se guardan en un rincón, o se tiran. A nosotros nos abandonáis a correr una suerte desgraciada e injusta. Cuando hacéis eso solo os estáis haciendo merecedores de que algún día eso mismo os pase a vosotros.
Va por todos esos gatos y perros sin nombre.
Rony dixit

No hay comentarios: