EL BUEN AMIGO

Los humanos sois unos seres muy complicados, establecéis complicadas redes de relaciones entre vosotros y termináis por obviar aquello de lo que más presumís: vuestra capacidad de razonar y pensar. Termináis, a menudo, siendo los seres más irracionales y os dejáis llevar por eso que llamáis sentimientos o por actitudes tales como el egoísmo, el miedo, el orgullo o las pasiones. Nos llamáis animales y os sentís superiores desde la atalaya que se os ha otorgado en este mundo que nos ha tocado vivir, como seres superiores omnipotentes con derecho y poder sobre todo lo que nos rodea.

Dejadme que os diga algo: No sois tan perfectos; nosotros los “animalitos”, os podemos dar algunas lecciones sobre lo que son las relaciones.

Decálogo del BUEN AMIGO:

1.- Los amigos no se imponen ni eligen. La amistad es algo espontáneo, desinteresado; nace de casualidades y crece por si mismo fruto de afinidades, similitudes, coincidencias, incluso discrepancias; pero sobre todo; confianza y tranquilidad en presencia del amigo.

2.- Los amigos no piden…….ofrecen y dan. Un amigo es alguien que sabes que está ahí, por tanto no se le debe de pedir. Porque él sabe cuando necesitas, él sabe detectar cuando le necesitas y se ofrece sin más. Mal amigo es el que está continuamente buscando al otro pidiendo o buscando…..porque eso es el origen del egoísmo.

3.- La amistad no “cuesta trabajo”. Los buenos amigos no se tienen que esforzar para que esa amistad crezca; porque de forma inconsciente dos espíritus afines se buscan y se encuentran. Si alguien se esfuerza en llegar a otro, volvemos a lo mismo, se trata de egoísmo…..no hay conexión….uno pide porque necesita…..no hay amistad.

4.- Con los amigos no hay “dobles sentidos”. La amistad de verdad no esconde segundas intenciones. Difícilmente una relación que empieza desde otro punto de partida llegará al buen puerto de la amistad, por mucha afinidad o puntos comunes que se descubran…..las motivaciones o causas que generaron ese acercamiento marcarán para siempre esa relación. Si se comparten, esa amistad florecerá y evolucionará en si misma o hacia otras relaciones; si no…..fracasará.

5.- Entre amigos no existe la palabra “perdón”. Los espíritus afines no necesitan justificar una ofensa hacia el otro. La total confianza, el buen conocimiento entre ellos, es suficiente para entender y comprender los comportamientos y actitudes. Además, entre amigos no existen ofensas; los amigos generalmente no se ofenden entre ellos. Y cuando eso sucede, el que ofendió sabe como repararlo y el otro entenderlo sin tener que decir “perdón”.

6.- El amigo no te causa sufrimiento, al contrario, el tener un amigo es motivo de alegría, es saber que tienes un remanso de paz donde podrás acercarte, es una cala de arenas blancas y aguas cristalinas donde los cálidos rayos de sol calentarán tu espíritu y a la vez es ese tesoro que protegerás a toda costa para que nadie lo robe. Sus alegrías son las tuyas; sus tristezas, no lo son menos. Si su ausencia o presencia te hacen sufrir……no es amistad…..es otra vez lo mismo….egoísmo.

7.- No se debe “ningunear” la palabra amistad. Muchas veces se esconden otro tipo de conexiones y relaciones bajo la palabra amistad. Leed atentamente lo dicho hasta ahora y estaréis de acuerdo conmigo en que la verdadera amistad no es moco de pavo……no tenéis tantos amigos como muchas veces os creéis…es difícil ¿no estáis de acuerdo?

8.- El querer traspasar la línea de la amistad hacia otro tipo de conexiones es harto peligroso….sexo, pareja, por ejemplo. Estas dos situaciones de por si son tan corrosivas y potentes que pueden cargarse una buena amistad ya consolidada y más fácilmente evitar que algo que puede llegar a serlo termine por convertirse en …..nada…… egoísmo otra vez…. Sobre todo cuando uno tira en un sentido y el otro en el contrario o simplemente, en ninguno. Termina habiendo sufrimiento en ambas partes, una porque quiere algo que piensa sería ideal y no consigue y la otra porque no lo quiere y al mismo tiempo no quiere ver sufrir a esa persona. Egoísmo por una parte ….impotencia y sentimiento de culpa en la otra.

9.- La pérdida de los amigos. No existe tal pérdida, salvo cuando uno abandona este mundo. Un amigo de verdad no se pierde nunca, ni la distancia, ni las discrepancias son fuerzas suficientes para romper esos fuertes lazos. Os transmito una pregunta…¿es posible que cuando creemos haber perdido un amigo simplemente es posible que quizá nunca hubiéramos tenido tal amigo?

10.- La amistad es lo más simple a la vez y lo más complejo del mundo. No cuesta esfuerzo, pero no es fácil de encontrar. Si te rechazan o te buscan en exceso….no hay amistad….es egoísmo y culpa…….y esos ….son unos sentimientos muy feos…..pero humanos al fin al cabo, que para eso es vuestra condición…..animalitos de dos patas.


No es un decálogo perfecto y quizá incompleto; cada uno tiene criterio para valorar su propio decálogo en esta y otras facetas de la vida, por descontado; pero sirvan estas reflexiones gatunas como la opinión de este peludo felino y como “tirón de orejas” para cierto egoísta que conocí, para un individuo que no supo entender estas apreciaciones hasta que las vivió en carne propia. Para alguien que una vez tuvo la oportunidad de tener una gran amistad y por “querer más”, por no saber identificar las necesidades de la otra persona, no solo no consiguió el preciado tesoro de la amistad si no que terminó por granjearse algo más cercano a la animadversión. ¡Si no hay lugar para la amistad.....¿como lo va a haber para nada más?!
Sirva también como vago intento de compensación a la víctima de semejante ceguera, que padeció los delirios de grandeza de alguien que no supo entender y que quiso aspirar a algo que no estaba dentro de sus posibilidades.

ahhhhh se me olvidaba!!!!

11. El más importante.....los amigos son para reir juntos, para divertirse; para olvidar las penas o llorarlas juntos, porqué no, para hacer el payaso juntos; para saltar como locos en un concierto, para vivir mil aventuras viajando o dando un paseo.........pero sin imponer, sin pedir.......solo proponiendo.


"He construido castillos en el aire tan hermosos que me conformo con las ruinas”, ( Jules Renard)