En ese momento pasaba ya la media noche en la ciudad de New York, la mayoría de los hogares rebosarían alegría, árboles de Navidad adornados con luces de colores y brillantes bolas y guirnaldas.
Muchas risas y felicitaciones que inundaban en estas fechas los corazones de gran parte de los mortales…. ¡que lejanos quedaban ya en la memoria de Dany!.
Allí se encontraba, en vísperas de Navidad, sentado en la barra de un bar frente a Jack el camarero y al lado de una extraña cliente, tan inusual como Bin Laden rezando en la parroquia de San Patricio. Y con las halagüeñas perspectivas de una velada en su frío apartamento con la inmejorable compañía de una botella de whisky con la que prolongar su habitual tratamiento de anestesia socio-afectiva.
Una amarga sonrisa se dibuja en su cara al recordar que no hacía mucho tiempo, Navidad era todos los días. Cuando conoció a Linda hacía cinco años una aburrida tarde de otoño tomando un café; comenzó para ellos una época feliz de risas, complicidades y apasionado romance.
A los cinco meses de fueron a vivir juntos y a compartir buenos y malos ratos hasta que ocurrió la tragedia de la enfermedad cruel que rompió sus vidas.Aquel día en el hospital, estaba sentado al lado de la cama donde ella, conectada a unos fríos cables y máquinas, aguardaba el frío beso de la muerte. Recordaba los buenos momentos pasados junto a ella cuando el sonido contínuo de la máquina anunció el último momento y lloró, la abrazó, la besó…..no quería soltar su mano, ya fría y sin pulso. Las enfermeras y médicos consolaban a Dany y en un momento a través de la puerta que estaba entreabierta, allí estaba un joven auxiliar , de color, mirándole fijamente, eran los mismos ojos fríos y penetrantes que había visto otras veces. Quiso acercarse pero cuando lo hizo, el auxiliar había desaparecido, salió al pasillo y miró a izquierda y a derecha, pero ya no estaba.
La muerte de Linda sumió a Dany en un estado de hundimiento de donde únicamente lograba sobreponerse a través de su trabajo. El problema era que su trabajo le obligaba a vivir situaciones en que su vida corría gran peligro….y eso era algo que el no valoraba en exceso.
A Dany no le importaba arriesgar al límite frente a atracadores, asesinos y demás “clientes”. ¿Qué quieres demostrar , Dany?, le decía el comisario ¿Quieres que te maten?. Dany levantaba los hombros y contestaba Solo hago mi trabajo, jefe., nada más.
El se jugaba la vida en cada operativo, el no tenía en problema en ofrecer su cuerpo como diana, su sangre fría emanaba de su estado, de su dolor, había perdido todas las ganas de vivir y esto le hacía salir airoso de todos los embites.
Era el personaje de moda en el departamento de homicidios y era muy respetado tanto por sus subordinados como por sus superiores.
Pero a Dany todo eso le importaba poco…..ahora ya no. Su vida era una especie de rutina, cuando trabajaba solo pensaba en hacer su trabajo, sin medir riesgos ni consecuencias, cuando dejaba la placa se entregaba al alcohol, a las mujeres de una noche y a olvidar….aunque no lo conseguía y al día siguiente vuelta a empezar.
La dama misteriosa tomó un café , dejó un billete de 5 dólares y sin decir nada se levantó y se fue, dejando en el ambiente el aroma de un perfume embriagador que activó una reacción en la entrepierna de Dany.
¡Vaya mujer!, exclamó Jack una vez que se había ido. ¡Bah, una de tantas!,contestó Dany un tanto perturbado por los efectos del alcohol y del perfume, bueno, creo que es hora de irme a casa Jack , que por hoy ha sido suficiente. Pagó su cuenta y se despidió del camarero con un ¡Feliz Navidad!, entre irónico y nostálgico.
Salió a la calle, hacía frío, y los primeros copos de una nevada nocturna comenzaron a posarse sobre su raída cazadora . Doblaba la esquina y se paró a encender un cigarrillo cuando se sobresaltó al ver como una mano delicada acercaba un encendedor y oía una voz…¿Quieres fuego?..... A su izquierda estaba la dama misteriosa, con una sugerente sonrisa y sosteniendo un encendedor junto a su cara.
Prendió el cigarrillo y le preguntó Con esta noche tan desagradable ¿Qué hace una mujer como usted en este barrio?. -- Termino de trabajar y…quién sabe ….pensaba tomar algo caliente antes de volver a casa….y quizá porqué no conseguir a algún otro cliente…, según decía esto acarició levemente la mejilla de Dany. Este la miró de arriba abajo y negando con la cabeza le dijo- Creo muñeca que hoy no está el horno para bollos, aunque he de reconocer que no estás nada mal; mejor otro día.
¡Oh, creo que no me ha entendido!, no me dedico a “eso”. ¿Me puede acompañar?, vivo cerca. ---No hay problema , voy en la misma dirección que usted.
Se cogieron del brazo y como dos enamorados fueron avanzando por la calle que empezaba a blanquearse con la nevada.
Digamos que me dedico a captar clientes para dos grandes empresas, yo los consigo y ellos se los reparten, así de fácil. Dany notaba crecer un irremediable deseo por esa mujer cuyo brazo sujetaba y le intrigaba el que su sombrero le impidiera ver su rostro y su ojos, lo cual le producía un escalofrío desde la nuca por toda su espalda.
Al fondo de la calle había jaleo, un Ford había volcado y alrededor había un coche patrulla y dos ambulancias. Como estaba en su trayectoria pasaron al lado y Dany se estremeció cuando vió al enamorado despechado del bar destrozado por el impacto del coche sobre él y junto a su cadáver cinco bolsas negras , abiertas en las que pudo reconocer a los otros clientes del bar que hacía una hora estaban bebiendo junto a la barra.
¡Joder, esos estaban hace un rato en el bar! Pues mejor hubieran hecho en quedarse un rato más ¿no?, dijo fríamente la mujer. Es mejor que sigamos, aquí no podemos hacer nada más.
Pasaban al lado de la casa donde vivía Dany cuando de repente su acompañante se paró en seco, su boca se acercó a su oreja y le dijo. Oye Dany, esta noche hace mucho frío, y me gustaría pasarla contigo , no pienso en otra cosa desde que te ví en el bar ¿Qué me dices? Y se separó lentamente mordiendo ligeramente el lóbulo de la oreja del asombrado Dany.
Y fue entonces cuando vió sus ojos ¡JODERRR!, ¿Quién eres tú?,
se echó hacia atrás, eran esos ojos otra vez, los mismos del hospital, los mismos que vió tantas veces y en personas diferentes…..Su cabeza giraba y no era capaz de procesar….y al final acabó comprendiendo. ¡Tú, eres tú!, siempre estás donde hay muerte, tus ojos siempre están donde muere alguien . Esta pobre gente de hoy….. ¿Qué quieres de mi?. --¡Ay Dany, ¿no lo sabes?.....tú me deseas, tu me provocas y lo mejor de todo ¡no me tienes miedo!. Yo me alimento del miedo de la gente , hago mi colecta , recaudo almas y me aprovecho del miedo que me tenéis. Pero tú eres diferente, Dany , tú me has retado y nunca he podido llevarte porque tu miedo que necesitaba nunca lo encontraba; por eso , aquí me tienes , quiero que me poseas ¿quieres poseer a…… LA MUERTE ….. Dany?
Ahí estaba, frente a la mujer más bella, sensual y excitante que había visto jamás y a la vez algo siniestro y horrible……. No obstante, el deseo , el desprecio que sentía por ese ser , empujó a Dany a abrazar a la mujer y a besarla apasionadamente. Me parece, bien, si ¿porqué no?.
Subieron en el ascensor, se abrazaban apasionadamente , sus lenguas se enroscaban y sus manos buscaban desesperadamente por donde liberar de ropa a su oponente y buscar el calor de la piel.
Una vez dentro de su casa , continuaron buscándose, besos, mordiscos, cada centímetro de la piel era recorrido por las lenguas ansiosas de placer y Dany creía que estaba a punto de estallar de deseo, pero al mismo tiempo, turbado por el efecto del alcohol y los recientes acontecimientos dudaba. Basta, basta! , dijo , separando a la mujer y sujetándola por los brazos. ¿Tu eras la mujer que estaba en el bar con el desdichado ese de ahí abajo, verdad?. Bueno, ya te he dicho que me dedico a captar clientes, a esos les había llegado la hora y no túve más que montar una escena con él y el resto hacerlo los chavales bebidos del bar. Es mi trabajo.. ¿Y conmigo , que vas a hacer?. Te lo he dicho, tú eres diferente, solo quiero poseerte. Dany miró sobre la mesilla donde tenía la foto de Linda y se quedó helado cuando vió que su rostro sonriente siempre había cambiado por una mirada triste y llorosa.
¡Nooooooo!, Dany, gritó y levantándose agarró con fuerza a la mujer y la empujó a través de la ventana , reventándola en añicos y arrojando a la bella por la ventana.
Una luz clareaba por la ventana, y Dany abrió lentamente los ojos, la resaca adormecía aún más su estado. Estaba en una silla sentado, junto a sus pies una botella de Jack Daniels vacía. En su mano derecha su revólver Smith & Wesson del calibre 38 y en la otra el retrato de su amada Linda, con su sonrisa de siempre.
Dany se levantó y se acercó a la ventana , esta estaba intacta . ¿Lo había soñado?, no podía ser, todo parecía tan real……. Enseguida comprendió, el revólver en la mano, el alcohol….., era cierto, la muerte le había seducido , había tratado de llevárselo pero el recuerdo de algo fuerte le mantúvo aquí, el recuerdo del amor.
Bueno, será mejor que llames a Megan la texana , ya es hora de conocer su rancho ¿no crees Dany?
En la televisión, la sección de sucesos daba cuenta de un accidente ocurrido por la noche donde seis personas habían muerto al perder el control del vehículo , y atropellar a una pareja que discutía en la calle. Murieron los cinco ocupantes y el peatón……. La mujer no estaba. La policía investiga su paradero, se cree que debido a un golpe en la cabeza pueda padecer amnesia.....
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